TEMPORADA PRIMAVERA/VERANO 2022/2023
UNA NUEVA EXPERIENCIA EN EL COMPARTIR DENTRO DE LAS INSTALACIONES ARTÍSTICAS LÚDICAS PERFORMATIVAS
La experiencia
Se parte de la convicción que para avanzar hacia una educación que priorice una perspectiva integral e inclusiva, los educadores primero deben darse espacio para tener instancias de desarrollo personal y reflexionar sobre sus propias trayectorias, su juego, su capacidad creativa y el modo en que se vinculan con la cultura; revisando luego sus enfoques epistemológicos y las representaciones que lo condicionan en cada encuentro humano, especialmente con los estudiantes y colegas con quienes configura la comunidad educativa. Con esta intención comparto registros tomados por la fotógrafa Lorena Massaro quien supo captar el sentido y el paso a paso de la instalación artística lúdica performativa, y videos realizados por José Carón. Registros que permiten recuperar lo vivido en la escuela Fray Mamerto Esquiú (Monte Maíz, Pcia. de Córdoba) con las docentes de Nivel Inicial y Primaria.
Esta instalación llamada Temporada Primavera/Verano 2022/2023 fue diseñada para hablar sobre los cambios de temporada y su analogía con la escuela que tiene la oportunidad de pensar en aquellas cosas que deben dejar en el próximo trimestre con ganas abrazar lo nuevo; lo que desean como “estilo de habitar la escuela” para la próxima temporada. Para ello se convoca a “una artista muy especial” y con esa expectativa entramos al salón convertido en una pasarela para un desfile de moda.
En el primer momento de esta experiencia fue necesario contar con varios “cómplices” para que, como artistas, jugaran su rol; concibiendo como “cómplice” a toda persona particular que se involucra en las relaciones con un entendimiento profundo de empatía y cercanía; como aquél que recibe, comparte y entrega el “secreto”.
Se hace referencia aquí a Mónica Ripoll y Julieta Garay –directora y vicedirectora respectivamente de Nivel Primario– y Victoria Temperini –directora de Nivel Inicial– que son quienes sostienen y crean las condiciones para que esto suceda. Asimismo, Fernanda Martín –quien tiene un rol fundamental por los años de coordinación de talleres en esta línea de investigación– se sumó al inicio de la jornada resaltando la importancia sobre cómo prepararse subjetiva y corporalmente para entrar en la zona transicional que propone la ficción que todo juego plantea. Con ella, la música, el baile y los accesorios “entramos en calor” una condición para obtener el pase al desfile de Temporada Primavera/Verano. Además, contamos con Sonia Rodríguez –especialista en TIC– quien se encargó de la iluminación, musicalización y de los diferentes dispositivos digitales.
También se contó con la participación de la Lic. en Teatro Mailen Maggi quien colaboró coordinando la dinámica de la performance siguiendo el espíritu y lineamientos del Teatro del Oprimido, tendencia teatral sistematizada por el brasileño Augusto Boal (1931-2009) que tiene la intención de transformar al espectador en protagonista de la acción dramática y a través de esta transformación, ayudar al espectador a preparar acciones reales que le conduzcan a la propia liberación. Se consideró apropiada esta intervención teatral porque colabora de manera eficaz para la comprensión y la búsqueda de alternativas a problemas sociales e interpersonales. Mailen fue guiando, con palabras al oído, las acciones que debían realizar los espectadores en función de diferentes ejes que se vienen trabajando con el equipo de educadores, esto permite visibilizar los modos de hacer y de relacionarse en el grupo.
De esta manera todos los educadores participaron, aunque fue necesario contar otras docentes “cómplices” que prepararon sus guiones e intervenciones con total libertad conociendo el sentido de la instalación y poniendo a prueba una vez más sus dones para la actuación y la risa. Ellas son Porota Ripoll –nombre artístico de Zulma Ripoll–; María Julia Galucci –quien también coordinó el cierre con la danza del Carnavalito– y la participación especial de Gabriela Gribarello, quien encarnó el personaje oscuro, escurridizo que aparece en los pasillos de todas las instituciones representando lo que no se habla o lo que se susurra. Los educadores “cómplices” de esta performance representaron los modos de habitar la escuela, los lazos entre colegas, las situaciones estresantes de lo burocrático escolar, los ruidos en la comunicación, el lugar del silencio, el lugar del chisme, las peleas, el manejo del error y de la frustración, las presiones. Cada espectador iba sumándose al juego y recibía instrucciones de la docente de teatro para determinadas acciones.
Por otro lado, la aparición de “la oveja” –animal real– como artista invitada fue un momento de silencios y sorpresa que permitió pensar algunas cuestiones sobre el valor del asombro para desencadenar lo maravilloso que tenemos en el vivir cotidiano donde la oveja es parte del paisaje en un pueblo inmerso en el campo, pero extraordinario en la escuela. Esto se logró gracias a la generosidad de su dueño Fernando Montoya y la gestión de Hugo Rodríguez –comerciante amigo– que se tomó el trabajo de buscarla y dejarla al cuidado de Alejandra Bernay –miembro del Consejo del Colegio–. Ella narró la curiosidad de los estudiantes cuando en el recreo se acercaban preguntándole qué hacía una oveja en el patio de la escuela. Preguntas tan simples como aquellas, que inician interrogantes que encienden el deseo… Esta intervención supuso, además, el trabajo invisible de la secretaria de la escuela, Gabriela Marcado, que se ocupó en gestionar el seguro por si ocurría algún inconveniente.
Todo esto se fue retomando al final de la instalación. Desde lo espontáneo y lo planificado se reflexiona tomando conciencia sobre lo que sí tenemos como equipo, sobre las personas de la comunidad que generosamente participaron y ayudaron para que la escuela pueda hacerlo, pudimos reírnos de algunos modos de decir y de hacer, repensar aquellos que no nos favorecen como grupo y sobre aquellos que sí repercuten de manera positiva en el bienestar de todos y cada uno.
Luego, en el segundo momento de la jornada, los participantes formaron dos grupos mientras tras un telón se prepararon dos mesas. Una con recursos artísticos: una oveja de felpa y madera junto a variados materiales; y la otra con todos los materiales bibliográficos y lúdicos disponibles en la escuela, trabajo realizado por las bibliotecarias Claudia Vera y María Andrea Massaro, a los que se agregaron diferentes elementos que usan los científicos –guardapolvos blancos, lupas, anteojos, tubos de ensayos, computadora…– para que cada grupo diseñe, según la mesa que les toca, juegos artísticos o juegos científicos. En ese proceso se trabajó con los fundamentos de los juegos creativos y cooperativos del dispositivo con la intención de tener muy en claro los criterios e indicadores que deben estar presente. A la vez, se buscó evidenciar la diferencia entre lo específico del ámbito del arte y lo específico del ámbito científico destacando que la oveja, por ejemplo, está presente en los dos campos disciplinares con su especificidad y abordajes diferentes y simultáneos. Se contemplaron objetivos y consignas claras, definición de tiempos, de materiales, si son juegos individuales o en parejas, si trabajan en grupos pequeños o grandes grupos, siempre sosteniendo las reglas de juego cooperativo y el desafío de lograr ser muy creativos. Uno de los participantes cumplió el rol de educador coordinador sosteniendo la consigna, mediando conflictos, etc. De esta manera cada grupo hizo jugar al otro y lusgo debatir y reflexionar sobre el diseño realizado y lo sucedido en su desarrollo.
A continuación, se debatió sobre las diferencias entre el juego artístico y el juego científico. Tanto las tensiones conceptuales que se suscitaron con relación a la creatividad, a los sentidos que se promueven desde distintos ámbitos, a las diferencias entre sí, como todos los puntos que tienen en común: las condiciones de intercambio que implican las reglas del juego cooperativo con respecto a los juegos de competencias, el aprendizaje de conceptos y de técnicas pertenecientes a los ámbitos científicos y artísticos, los procesos de investigación propios de cada ámbito, entre otros, enriquecieron la jornada.
Lo más importante de esa experiencia integral compartida es que todos nos fuimos pensando, con más preguntas que certezas. De eso se trata animar el deseo, buscar sentidos y seguir aprendiendo.
Corolario
Esta escuela es parte de la línea de investigación que sostengo desde el 2004 por lo que se convierte en co autora. El dispositivo se inserta en un continuo trabajo con el juego artístico que otorga, en su proyecto institucional, un lugar central a la prevención del fracaso escolar y a las violencias permitiendo avanzar hacia la promoción del desarrollo integral e inclusivo de sus estudiantes. Este año es un momento clave en la institución porque se ha decidido incorporar el dispositivo psicoeducativo basado en el juego artístico desde nivel inicial hasta sexto grado del primario para romper con la discontinuidad y evaluar ajustes mediante evaluaciones de proceso. De ahí que, con la intención de que todos seamos parte de este proceso se generan instancias de formación y desarrollo personal que vengo compartiendo, para que todos y cada uno de los educadores puedan sostenerlo con los estudiantes.
El equipo docente que participó de la instalación como espectador performático, que desplegó su capacidad lúdica creativa y que hizo de esta obra una transformadora experiencia, que como toda performance es efímera y algo de ella se rescata en las fotos y videos, está compuesto por: Marcela Fabiana Ercoli, María Fernanda Brandi, Adelina Giorgi, Carina Fabiana Marín, Viviana Teresa Walker, Gabriela Grivarello, Eliana Elizabeth Cuello, Antonella Gisell Giorgi, Paula Mariana Landaluce Aguirre, Valeria Temperini, Fernanda Barlassina, Patricia Pautasso, Myrna Canciani, Belén Gastaldi, Camila Molin, Agostina Bissio, Andrea Duarte, Sandra Bonetto y Laura Zárate
¡Qué alegría trabajar juntas! ¡Muchas gracias!!!
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