Mi nombre es Andrea Porello, me dedico hace 20 años a la Psicopedagogía una disciplina apasionante que busca comprender la complejidad del aprender, y requiere poner en juego, preguntas acerca del sentido de lo eminentemente humano.
Después de estos años de recorrido y experiencia, puedo decir que el aprendizaje es uno de los procesos más complejos de la vida, que delinea el proceso que nos transforma como sujetos y a la vez, permite convertirnos en autores nóveles de nuestra propia historia.
Me gusta definir el aprendizaje como un mosaico de citas: de amor y de autor. Un mosaico, porque es una técnica artística, que se efectúa combinando elementos de diversos materiales, que se ligan por un material capaz de unir fragmentos y dar cohesión al conjunto. Y así nace una obra pictórica. Esta analogía permite comprender el aprendizaje, como una obra pictórica, que se logra ligando vivencias y productos culturales de diversos autores. Esos productos culturales-ficciones configuran ( en la medida que estén disponibles para uno) en el mundo que nos rodea en la medida y son materia de nuestro aprendizaje. Estas vivencias se convierten en una experiencia que nos transforma en la medida que estén ligados con ese material denominado deseo o motivación; que termina ligándolas en un todo.
Un aprendizaje que muestra simultáneamente, de manera minimizada y en un mismo plano nuestra experiencia de intimidad con el mundo.
Cuando llegan a mi consultorio niños, jóvenes o adultos con dificultades en el aprendizaje escolar o institucional, me ocupo de acompañarlos a descubrir cómo aprenden y qué les despierta pasión en su vida cotidiana, especialmente aquello que eligen hacer cuando nadie se los exige. Pretendo que siempre encuentren una ligadura entre eso que aman y aquello que se les exige. Algo que les permita apropiarse de lo que los rodea al servicio de sus propios sueños; siempre confiados en su propia capacidad de aprender. Un apasionante camino creativo, de descubrimiento donde el amor liga hasta aquello in-integrable.
De eso se trata aprender, de volver significativa la propia existencia, y de valores que permitan construir una realidad que requiera el aporte de todos.