Educar y promover un tipo de convivencia respetuosa de las diferencias y cooperativa supone, que de manera sistemática y frecuente, se le ofrezcan a los niños y niñas como a sus familias, experiencias integrales que le permitan comprender y aprender modos de interacción placenteras que repercutan subjetiva e intersubjetivamente de manera positiva o saludable. Esto se logra cuando se construye un espacio de confianza y de intimidad con los otros y la cultura. Condiciones de confianza que el educador debe asegurar mediante las reglas que estructuren el encuentro y aseguren a los participantes, que exponer lo que uno siente ante otros, no los pone en riesgo de ser calificado o juzgado. Para esto educadores y padres deben desarrollar estas habilidades; para luego poder ser ellos quienes muestren un modo saludable de interacción. Cuando me refiero a condiciones saludables insisto en un encuentro donde el saber, el conocimiento no le pertenece a nadie sino que circula entre todos. Donde la legalidad que regula el intercambio asegura que todos van a ser respetados en su singularidad y que las reglas de juego cooperativo y el tiempo de debate y reflexión, colaboran en sostener oportunidades para re describir lo vivenciado y comprender que es importante lograr acuerdos, sostener las diferencias en el pensar y el hacer.
El dispositivo psicopedagógico advierte de la relevancia que en el inicio de todos los encuentros se explicite la importancia de que todos y cada uno, desarrollemos conductas prosociales: ayudar, colaborar y compartir y a la vez, saber pedir ayuda, pedir colaboración y solicitar que alguien les comparta algún recurso; éstas habilidades, son las bases para una convivencia que prevenga problemas de agresividad y exclusión. El juego artístico, visibiliza los procesos de producción simbólica que están presente en todo aprendizaje artístico, científico o cotidiano. Educar lo socioemocional por fuera de los contenidos culturales -científicos-cotidianos hace correr el riesgo, de que se siga trabajando por categorías, por partes, lo que es siempre complejo. Propongo trabajar de una manera integral, rasgo esencial de lo humano.